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Foto del escritorCarlos Quilmore

El comienzo del rompecabezas

Acto 1 El comienzo del rompecabezas

Erase una vez….. una cuarentena….


Acto 1 El comienzo del rompecabezas

Mi nombre es Andrea. Vivo en Buenos Aires, Argentina.

Tengo 52 años y hoy es 22 de mayo del 2020. Estamos viviendo la cuarentena por el Coronavirus a nivel mundial.

Creo que en este tiempo más que nunca entendí, asimilé, ¨hice carne¨ el concepto japonés de crisis como oportunidad. Siempre tuve así como una idea (tipo platónica) de escribir. Pero como digo, algo lejano, solo una expresión de deseo. ¿Será por ésto de tener un hijo plantar un árbol escribir un libro? Gracias a la oportunidad de esta cuarentena, más tiempo ¨libre¨, entre comillas porque soy docente de secundaria y nos estamos volviendo cuasi locos con la enseñanza virtual¨, (eso merece un tratado aparte jajajaja). Más introspección, y por la necesidad de vincularme con mis alumnos/as desde la virtualidad con contenidos de educación emocional, con el genuino fin de llevarles una palabra de aliento, porque si bien es un panorama delicado el que estamos atravesando, mi impresión es que los medios de comunicación tratan al coronavirus como el apocalipsis, el fin del mundo, y yo pensando en mis queridos estudiantes adolescentes, que ya de por si adolecen, y encima ¿adolecer en este contexto? Uhh Dios, pensé; si, justamente haciendo referencia a DIOS, ya veremos más adelante porque digo eso. Cuando encima ni siquiera tienen la corteza prefrontal del cerebro aún desarrollada para al menos contar con habilidades que les permitan capear este temporal? Este sabor amargo de realidad? La cuestión es que me puse a escribirles, conjuntamente con cada una de las tareas de inglés específicas semanales, un apartado de educación emocional. Siempre presentes mis alumnos adolescentes, grandes maestros en mi vida. Y así fue como rescaté de mi inconsciente, mis ganas de escribir desde mis palabras, mis vivencias, mis creencias, en definitiva: mi propia voz, ya que dejé de preocuparme que fuera una escritura académica por un lado, y por otro, solté el miedo de no sentirme preparada o capaz para hacerlo. Creo que viene de mi humilde convicción (será humildad o aun tendré un dejo de necesidad de reconocimiento?) de querer acompañar a otras personas (especialmente a adolescentes) en su proceso de desarrollo personal, o tal vez sea mi ego? Espero que no, y deseo que más bien tenga que ver con mi misión en esta vida. Como dije antes – e iba a seguir escribiendo ….soy profesora de inglés, consultora psicológica, licenciada en gestión educativa, y especialista en metodología de la investigación científica ….. pero la verdad es que ante todo soy Andrea (y hasta lo pongo en duda a ésto también) pero bueno, de alguna forma me tengo que nombrar no? Hoy por hoy pienso que TENGO esos títulos, pero NO SOY esos títulos. Soy mucho más que eso. Por supuesto que NO está mal querer estudiar, para buscar respuestas, o por reconocimiento, o para tener una profesión como una herramienta laboral, o para el desarrollo del intelecto, por supuesto que no. Lo que si siento, es que si bien estoy muy agradecida a mi formación académica porque indiscutiblemente me abrió puertas, a nivel de mi propio crecimiento personal y también espiritual, no me alcanzó.


También entiendo ahora que fue un camino que necesitaba recorrer para llegar donde me encuentro ahora, en inglés existe lo que se llama ¨stepping stones¨, o sea paso por paso, piedra por piedra. Eso es otro tema, cuando escribo se me vienen a la cabeza los 2 idiomas: español e inglés, y no tiene nada que ver con hacerme la top, la canchera. Lejos de eso, es que hay conceptos que salen más fácil expresarlos en una lengua que en la otra. Así que bueno, va a pasar eso. Cada tanto palabras en inglés que emergen de mí a modo de geiser. Perdón no lo puedo evitar.


Decía, títulos universitarios, bienes materiales, formar una familia con el objetivo de que ¨te complemente¨, la súper casa, el trabajo soñado, el auto, y la lista podría continuar casi ilimitadamente, no dejan de ser cosas o situaciones ´EXTERNAS¨ a vos. Y creemos que, en algún momento en el futuro, va a aparecer así como arte de magia, la tan ansiada ¨felicidad¨.


Y tal vez a esta altura te estés preguntando, ¿a dónde quiere ir esta chica? (bueno no tan chica). Dame un changüí, necesito relatar algunos hitos de mi vida para ir describiendo lo que de verdad siento que te puede ayudar en tu propio proceso de búsqueda personal, o espiritual, como quieras llamarlo; en definitiva; hacerte sentir mejor con vos mismo/a. Claro, va a depender de vos! SIEMPRE. Yo solo intento aportarte alguna idea desde este universo lingüístico de palabras escritas, con la convicción que tal vez estas palabras movilicen algo en vos que te ayuden a ir siendo tu mejor versión, es decir, sentirte más plena/o. Igualmente a sabiendas de que las palabras son limitadas y no siempre alcanzan para explicar la vida misma. Pero bueno, es lo que hay. Voy a poner mi mejor empeño y esfuerzo. Eso te lo prometo! También voy a abordar lo que para mí son conceptos como plenitud y felicidad, sufrimiento, paz, Dios, entre otros.


Empecé estudiando profesorado de inglés porque me gusta enseñar, aunque enseñar qué? Y como me gustaba ingles, así fue como combine ambas cosas, Y a quien? A adolescentes. Por eso seguí el profesorado. Pero dejame decirte que las cosas no son tan lineales ni 2+2 ni blanco y negro. En realidad, la mayoría de ¨tus decisiones¨ no son conscientes. Vos crees decidir. Pero cuando ahondas un poco, te das cuenta que pasan cosas como éstas: que vengo de una familia de docentes de mi lado materno, ohh pero que casualidad… que vengo de familia escocesa por parte de padre y que obviamente el inglés está en mi árbol genealógico. Y que elegí enseñar a adolescentes porque necesitaba sanar a mi Andrea adolescente (que no la paso muy bien), y seguramente a un nivel más profundo necesitaba sanar a mi niña interior. Cuando termine la escuela secundaria, también había pensado en psicología como carrera, pero claro, mi papá me dijo: ¨los psicólogos están todos locos¨, mi viejo, una re buena persona, cálido, buen padre. Como no me iba a ´condicionar ´su opinión. En 1991 me recibí de profesora de Inglés. Resulta que varios años después, en el año 2005, decidí estudiar consultoría psicológica. Y si claro, ya estaba ese deseo latente. Pero, la opinión de mi papa fue probablemente más fuerte. Aunque ojo, no te confundas, no le estoy echando la culpa a él, ese sería el camino más fácil, ponerme en papel de víctima. No, no, todo lo contrario. Lo que digo es como las opiniones, pensamientos, valores de los otros (padres, sociedad en la que nacimos, maestros, profesores) moldean desde que somos chicos nuestras creencias subconscientes, que a su vez generan nuestros propios pensamientos que guían nuestra vida, y ni siquiera somos conscientes de ello. Tampoco reniego de mi profesión docente, porque le debo muchas cosas. Pero, como ya lo decía Heráclito ¨no hay nada mas permanente que el cambio¨, siempre adoré esta frase. Aunque fijate que en español se dice ¨sufrir¨ cambios, es decir cambiar tiene la connotación de sufrimiento. Sin embargo, las personas tenemos la gran capacidad de transformarnos a nosotros mismos. No somos un compartimiento estanco. En realidad un solo aspecto nuestro es inalterable, inmutable: tu YO INTERIOR, TU ESENCIA; TU LUZ o PAZ INTERIOR, llamalo como te guste. Todo lo demás es susceptible de ser transformado. ¿Conoces la 1era ley de la termodinámica?: la energía no se crea, ni se destruye, solo se transforma.

Y como mencioné más arriba, mi misión en esta vida probablemente tenga que ver con hacer ésto mismo, es decir, acompañar ¨psicológicamente¨ a las personas para que sean más plenas, es decir, para que consideren despertar de su propio sufrimiento y sientan paz interna, más allá del contexto en el que se encuentren. De manera que, intento transmitirte mi vivencia para salirme del sufrimiento y encontrar la paz interior día tras día. Espero desde lo más profundo de mi corazón que te sirva a modo de por lo menos hacerte reflexionar para que vos vayas construyendo tu propio proceso, tu camino más en paz, más liviano/a; que te puedas contactar con tu esencia y logres llevar una vida más acorde a tus propios deseos, y no en respuesta a lo que los demás esperan de vos. Aunque ya te aviso que vos sos el/la único/a que puede transformar tu vida. Nadie más. Y las respuestas no están en el afuera, están en tu interior. Y probablemente ya habrás escuchado, leído esto un millón de veces, algo como "Ël Poder está dentro de ti" . Y vos pensando todo muy lindo pero me sigo sintiendo desdichado/a. Como me contó mi esposo que había leído de una persona que decía que ya se había leído todos los libros de autoayuda, pero todo seguía igual en su vida. Yo también pase por esa fase. Y lo que me queda por decirte en esta introducción, es que solo leyendo el libro que sea, viendo el video que sea, inscribiéndote en cursos de desarrollo personal o whatever, no vas a lograr conectarte con tu paz, tu felicidad, sino pones en práctica, sino llevas la información al acto, si no entrenas día tras día tras día, de una forma gradual y sutil. Y no hay formulas mágicas, ni pasos a seguir mágicos, ni gurús externos que te pueden dar la respuesta, la solución. Es más, ya te digo que todo el proceso implica un esfuerzo cotidiano. Un “agradable” esfuerzo digo yo, porque si se torna en sacrificio, otra vez sopa, más de lo mismo: sufrimiento. Pero ese agradable esfuerzo implica ponerle una energía un poco forzada, un ir en contra de la corriente, o sea un plus de energía en la acción, en acto todos los días de tu vida.


Y así fue como he estado encajando las diferentes piezas del puzzle de mi vida y te quiero contar a que conclusión llegué por lo menos hasta ahora y que herramientas utilizo para salir del sufrimiento, y vivir lo mas que puedo en modo paz interior genuina. Y digo LO MAS QUE PUEDO, porque me resulta inevitable caer en el sufrimiento porque soy humana, pero cuando caigo, salgo rápidamente, ya no me atrapa, no me encarcela, no me agobia. Por eso digo que esas formulas mágicas de lograr estados permanentes de paz absoluta y felicidad eterna 24/7, para mí por lo menos en este plano en este momento de mi vida, no es posible aun. Aunque leí de gente que ha logrado vivir en la paz absoluta como Buda por ejemplo. Si, Buda.

Y deseo que mi propio rompecabezas, que por supuesto está incompleto y deformado, logre ayudarte a vos a armar tu propio rompecabezas para que lleves una vida más plena. Aunque quien te dice, si pensar en vivir una realidad como la que estamos viviendo con el coronavirus, era imposible, entonces es verdad esto que todo es posible, aunque suena cliché. Y si todo es posible, también debe ser posible llegar al estado que lograron el Buda, y otros.

Sin embargo,



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